Cerebros artificiales, dominan al ser humano.

Fuente Literaria/ Relato de Ciencia Ficción /1. 12.

El pañuelo está en mis manos, en el monte se movía la imagen de una mujer de una manera intensa. Subí a la nave, me senté en la butaca y hojee el mapa de ruta, aquel, escenario escondido en la pica, entre dos montañas, volvía mi rostro lacrimoso y tome un lápiz para escribir, mis últimos sueños.

Un brillo, de pronto, cubrió mi rostro, es un haz blanco. Una media sonrisa cubre mis labios, Empecé a arrancarle hojas a aquel libro. Debo estar pendiente, los residentes de este planeta, son ciudadanos de estatura alta y, la emoción me embargaba, de pronto, me fui de bruces, estoy débil, hay pocos alimentos y el terreno es muy accidentado para cazar liebres.

Miré en torno, colocándome el abrigo, corrí hacia la puerta del motor y le revise, pase todo el día observando sus tornillos y el motor que debe estar acoplado a la batería. No quería correr la suerte de los tripulantes de un submarino en mi planeta, se confiaron y nunca pudieron colocar el submarino a flote. Hay mucha traición.

Las gafas y el abrigo, nunca se apartaba de mí y, mis compañeros de ruta descansaban. El agua es muy salobre y los parroquianos, casi no conocen mi lenguaje., me quedan pocas tapas y, generalmente no coloco la comida en el comedor, cualquier lugar es apetecible para ingerir alimentos.

Los árboles del paseo reposaban inertes, enturbiados por vaporosas líneas de niebla, en tanto los escasos transeúntes que circulaban a aquella hora de la noche tenían los rostros ateridos por el frío.

Ellos residen en las serranías, para evitar ser atacados por grandes bachacos que se comían, todo a su paso. En el centro de cada ciudad.

Para visitarla, hay que buscar un guardaespaldas y que se trencen sobre su cuerpo, nuestra identidad o seremos castigados muy fuertes, la comida, siempre debe ser liviana.

Siento, alguna tristeza, estoy solo, mis hermanos, me desconocieron siempre y tuvieron su vida, muy individualizadas, pero, todo pasa, ahora soy un esclavo del tiempo, es la herencia que me dejo mi consorte.

Mi tripulación bebe mucho aguardiente, todos han desviado su camino correcto

Nunca La tensión se palpaba en el ambiente, cientos de rostros en la penumbra tenían los ojos clavados en el escenario donde, acodados en la barra de un bar, dos tipos bebían y charlaban bajo una luz amarillenta, envueltos por una neblina. El silencio sepulcral del público sólo era roto por la conversación que mantenían los dos actores. Garriga miró de soslayo la cara de su esposa, una mujer de unos cuarenta años largos, cabello ondulado y entrecano, nariz un poco encorvada, que conservaba gran parte de la belleza de su juventud, y atisbó los ojos vidriosos de ésta.

En este planeta, admiran mucho a la mujer.  Todas tienen los ojos azules y, son morenas. Como era de tránsito, me llamaban vagabundo, tomaba nota de todo lo observado.

Mi trabajo acá, era investigar las máquinas infernales de inteligencia artificial, que, deseaban controlar el ser humano en el planeta tierra. Dirigían sus pensamientos. Eran unas máquinas realmente terroríficas, sin sentimiento, capaces de hacer cualquier cosa con las personas con tal de conseguir su propósito. Los seres humanos un día se dieron cuenta de que había algo que los controlaba, no estaban seguros de que era, pero algo había que los controlaba. De eso si que estaban seguros. Muchas veces se intentaban resistir a esos extraños impulsos que les llegaban desde dentro, pero ellas eran mucho más poderosas y al final conseguían su propósito.

 Los mejores investigadores de los países más avanzados se afanaban en intentar descubrir que era lo que los controlaba… habían conseguido algunos avances, sabían que estaban presentes desde el nacimiento, ¡¡que tenían un tamaño tan pequeño que se instalaban dentro de las mismas células!! Aún había más, se sabía que estas maquinas tenían un único y principal fin: utilizar a los seres humanos para reproducirse.

Una vez se habían reproducido los seres comenzaban a degenerarse hasta llegar a la muerte. Esa degeneración era completamente irreversible, por mucho que lucharan los seres humanos estas maquinitas conseguían matarlos.

El ser humano era para ellas simplemente el armazón, la protección para poder pasar de generación en generación y así conseguir multiplicarse y subsistir por los siglos y siglos.

Tal era este afán de sobrevivir que en muchas ocasiones se intentaban matar entre ellas, eso si, las personas eran las más perjudicadas, pues en esas luchas eran ellas las que morían. Si el “huésped” moría ellas también morían… El ser humano intentó de todos descubrir que era lo que realmente los controlaba, pero las maquinitas, que eran muy inteligentes y estaban muy avanzadas urdieron un plan infalible, les harían creer a los seres humanos que eran el centro de la vida,

Su principal gen, fue un militar rebelde, muy hábil que utilizó el lenguaje para engañarles y mentirles, hasta llevar a ese planeta a su degradación material y espiritual por la santería y la adoración a seres infernales.

Solo, deseo partir, porque aquí, sus gobernantes quieren una dictadura, al igual que mi país.

Es hora del silencio, la guerra civil se acerca, nadie desea sujetarse a la ley, los militares hacen lo que bien, les parece.